SAN SEBASTIAN DE MARIQUITA

CASA PRIMER JARDIN BOTÁNICO O CASA DE LOS CANELOS

En los jardines de esta edificación el sabio Mutis plantó los primeros semilleros de canelo, descubrió los efectos curativos del guaco y adelantó estudios de metereología y geodésica. Más tarde Humbolt practicó mediciones que le permitieron a Mutis determinar que Mariquita era el ombligo de Colombia o centro geográfico.

Este es un articulo muy especial compartimos la información que se ha obtenido sobre los canelos de José Celestino Mutis, una historia fascinante y llena de misterio, que llevan a preguntas como: ¿Por qué era importante la canela durante la colonia? ¿Qué quería Mutis con la canela? ¿La canela que encontramos en Mariquita es descendiente de la canela que sembró Mutis? ¿De dónde viene la canela que consumimos?

Comenzamos el tema mencionando la novela histórica "El país de la Canela" de William Ospina, donde nos cuenta sobre la expedición realizada en el Nuevo Mundo para buscar un supuesto bosque de canela, iniciada por los conquistadores españoles Francisco de Orellana y Gonzalo Pizarro... La canela era una especia de gran valor para los europeos, quienes le atribuían propiedades medicinales, la usaban para perfumar espacios y saborizar alimentos y bebidas, e incluso tenía un uso como manera de mostrar estatus, estas corteza era parte activa de las especias de la ruta de las especias que provenian de Asia. En ese escenario, las Indias Occidentales se presentaban como un escenario de gran cantidad de plantas desconocidas que podían ofrecer recursos valiosos para el Imperio español, por lo que parte de las reformas borbónicas buscaron hacer uso de estos recursos y comenzando por ponerle orden a las plantas de sus colonias, donde uno de los resultados fue la creación de las Reales Expediciones Botánicas, siendo liderada por José Celestino Mutis en el Virreinato de la Nueva Granada.

En 1760, el cirujano y medico Mutis tomó un barco hacia Cartagena de Indias (Cartagena-Colombia), allí partió hacia Santa fé de Bogotá donde servía como medio al virrey Pedro Mesía de la Cerda a quien sugirió poner un proyecto botánico, sugerencia que no tuvo éxito, dos años después Mutis escribió al rey:

Los montes de América y en especial los del Perú, hacia las provincias de Maynas y Quijos, están poblados de unos árboles cuyo olor, color y sabor han hecho creer hasta a la gente menos instruida que merecen el nombre de canelos.

Así mismo, en 1763 y 1764, Mutis envió misivas al rey español donde clamaba atención a productos naturales de América como la quina, la canela, la cochinilla y el guayacán y pedía por un auxilio financiero como parte de un plan para iniciar su explotación, sin embargo no obtuvo respaldo real. Con las reformas españoles ocurridas entre 1765 y 1789 se buscó reorganizar la estructura del imperio, donde las posesiones de la metrópolis servían a una industria mercantil internacional. Como parte de este plan, se crearon programas científicos en América y en el Pacífico, donde el oro y la plata no serían la riqueza de la nación, sino hacer uso de su recurso biológico.

Con este precedente, en 1873 se creó La Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada por el virrey Antonio Caballero y Góngora y rectificada por el monarca Carlos III. Esta inició en mayo en el municipio de La Mesa de Juan Díaz (Cundinamarca) y luego de dos meses se trasladó a Mariquita (Tolima). Fue allí donde funcionó la Expedición Botánica, que en su labor linneana de clasificar las plantas de la Indias Occidentales y aportar a la Pharmacopea española, obtuvo en el año de 1786 semillas de canela, enviadas por el corresponsal fray Diego García y provenientes de la región de los indígenas andaquíes (hoy Belén de los Andaquíes, Caquetá), por lo cual se le llamó canela de los andaquíes (Lea: El canelo de los andaquíes, un árbol ancestral que se resiste a desaparecer). Mutis sembró 22 semillas en el jardín de su casa de las cuales nacieron 11 arbolitos que le causaron gran alegría.

Mutis buscaba que sus canelos le permitieran incrementar los ingresos de sus expediciones y así mismo quería ofrecer una alternativa al Imperio español para romper con el monopolio del mercado de la canela que le pertenecía a Países Bajos por medio de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, empresa que comercializaba dos especies diferentes de corteza de canela en Europa y que dominaban el mercado: la canela de Ceylan y la canela China. Esta situación llevó a realizar la siguiente pregunta ¿era la canela americana una de estas especies?, para averiguarlo, se enviaron muestras a la Farmacia Real de Madrid donde se evidenciaron diferencias en los compuestos de entre la canela americana y la de oriente, concluyendo que se trataban de especies diferentes (Mutis por su cuenta llegó a la misma conclusión), lo cual disminuyó el interés del director del Jardín Botánico Real de Madrid, Casimiro Gómez Ortega (que más adelante también perdería el interés por las canelas del Perú y posteriormente de las canelas cultivadas en Filipinas).

A pesar de esto, la canela americana podía tener un valor potencial si su calidad llegaba a mejorarse e incluso podría competir con éxito en el mercado europeo y es donde los canelos de Mutis eran la punta de lanza para esta empresa. La idea era que de los canelos que se mantuviera vivos se podría sacar semilla para establecer una plantación de mayor escala, inicialmente en la Quinta contigua a la Casa de Mutis en Mariquita (predio comprado con dinero de la Real Hacienda), para producir canela a menor precio que el obtenido por la búsqueda y explotación de canela silvestre en los Andaquies, teniendo el Virreinato la oportunidad de vender un producto al Imperio español y este venderlo a través de Europa.

Para 1790 se ordena el traslado de la Expedición Botánica para Santa Fe de Bogotá, Mutis da cuentas al Virrey sobre sus múltiples trabajos mencionando que tiene 22 arbolitos de canela con tres años de edad y se encuentra haciendo preparativos en la Quinta para la propagación de canela. Sembrando platanales dar sombrío a las futuras plántulas de canela y a más de 200 árboles de nuez moscada que tiene un año de edad. Así mismo pide tiempo para poder trasladarse a Bogotá, alistando las colecciones, libros y demás para el viaje, así como dejar recursos para el cuidado de los canelos y la nuez moscada. Dos años después, el virrey recibe una orden real en la que se solicita hacer todo lo posible para promover el cultivo de la canela de Mutis, dado que su calidad ha sido confirmada por los farmaceutas del rey. Por otro lado, para el año de 1793 la canela ya hace parte del inventario de los productos que salen del Virreinato de la Nueva Granada por el puerto de Cartagena, sacando 16 libras de canela fina de la que se desconoce su procedencia.

Para 1801, Mutis reporta al virrey Pedro Mendinueta que hay 18 árboles de canela y uno de quina en la Quinta de Mariquita bajo el cuidado de María Antonia Montero, quien le reporta que los canelos son "mejorados y superiores al silvestre". Ya en 1802, Humboldt escribiría que los canelos de Mutis eran considerablemente productivos.

Sin embargo, los canelos de Mutis en La Nueva Granada y proyectos similares realizados en Quito, como los cultivos establecidos de canela de Ceylan y canela china en Filipinas, no tuvieron éxito en su cultivo, comercialización y distribución suficiente para jugar un papel importante en el comercio de especias. Lo que dejaba a los neerlandeses con el monopolio de la canela. Junto con otras plantas identificadas por Mutis, por Ruiz y Pavon en Perú, que podrían tener importancia para la corona, la identificación correcta de una planta era el primer paso para introducirla en la economía, pero no el único. Pero su introducción en el mercado por parte de España no generaba buenos resultados quedando perdido el esfuerzo. Se requería resolver problemas de rendimiento y eficacia, siendo necesario ensayos químicos y médicos.

Para el año de 1808 Mutis fallece, y años despues, con el inicio del movimiento independista, el proyecto de los canelos de Mutis cae en el olvido. Durante los años siguientes, algunos viajeros que pasan por Mariquita, mencionan el estado del legado de Mutis, de la casa de la Expedición Botánica y los canelos que sembró. Incluso Benjamín Pereira Gamba menciona que en su vista a Mariquita (no se menciona fecha, por lo cual está debió ocurrir entre 1834 y 1855), solo encuentra ruinas de templos, así mismo la casa de Mutis está destruida y se observan seis frondosos y vigorosos canelos.

Jose María Gutierrez cuenta en 1874 que durante su visita a Mariquita, la casa de Mutis estaba desmoronándose, mientras que en el jardín se observan los canelos creciendo y sobreponiéndose a la maleza que los rodea, mostrando al viajero que:

Aquel fue el lugar que algún tiempo habitó la ciencia, y son el único signo de aquel período brillante, signo que quizás no tarde mucho en desaparecer bajo el hacha destructora de los que no respetan recuerdo alguno, por sagrado y glorioso que sea, si los despojos de las reliquias más respetables ofrecen algunos centavos de utilidad a su codicia.

En 1884, el paisajista Eugenio Peña menciona que durante su visita a Mariquita, observó tres hermosos canelos, rodeados de varios pequeños.

A mediados de los años 20 del siglo XX, el académico e investigador Manuel José Forero menciona que solo queda un canelo de los once plantados por Mutis, mientras que de las otras plantas del jardín solo queda la memoria. Finalmente, en la última contienda civil (no se especifica cual), las guerrillas que llegaban a Mariquita acampaban en los prados del "Solar del Rey" o el mismo jardín de Mutis, donde las fogatas al pie de los canelos precipitaron su muerte.

En el año de 1932, el Padre dominico Francisco Mora Díaz menciona que de los canelos de Mutis no queda nada, fueron talados, confirmando así su inexistencia, mientras que el jardín botánico es un impenetrable matorral.

Entonces, a pesar del gran esfuerzo que realizó Mutis por sus canelos, estos fueron víctimas del descuido y fueron muriendo de a poco sin mayor doliente, desde la parte administrativa Aníbal Henao menciona que Mutis dejó escrito en su testamento una declaración donde dejaba el terreno "La Quinta" a María Montero y Ruiz como remuneración al cuidado de los canelos del "solar del Rey" y encarga su propagación y aumento. Sobrevivieron dos canelos al cuidado de María Montero, pero por burocracia, el terreno tuvo líos en su sucesión.

Actualmente, en Mariquita queda del legado de Mutis una esquina de la que fue su habitación y en las bases de la casa donde se realizó la Expedición Botánica, se realizó su restauración, la cual fue inaugurada en 1983 por el ex presidente Belisario Betancur. En esta casa se encuentra un jardín con un árbol de caucho, el "chupo", el "bayrrun" y algunos canelos, los cuales en mi primera visita confundí con los que había sembrado Mutis.

Buscando responder ¿cúal fue la especie de canela cultivada por Mutis? y ¿cúal es la que está sembrada en la segunda casa de la Expedición Botánica? me decidí a buscar con qué nombres se habían conocido los canelos sembrados por Mutis, encontrando un mundo de sinónimos que no concuerdan:

  • En primer lugar se viene a la mente que si viene de los Andaquíes, debe ser la especie conocida como canelo de los Andaquíes que es Ocotea quixos Lam. Este nombre es sinónimo de la especie mayormente conocida por su nombre válido Ocotea odorifera (Vell.) J. G. Rohwer.
  • Ahora, según Anibal Henao, los canelos sembrados por Mutis pertenecían a la especie Nectandra cinnamomoides Ness, esta planta es sinónima de Ocotea quixos Lam.
  • Por otro lado, Humboldt menciona que el canelo de Mutis es el Laurus cinnamomoides Mutis, sinonimo de Ocotea cinnamomoides (Mutis ex Kunth) Kosterm.
  • Las canelas americanas fueron generalizadas como Laurus cinnamomum

El tipo de hoja de Ocotea odorifera se observa en la siguiente imagen:

Esta hoja difiere bastante de la observada en la canela que encontramos en el jardín de la segunda casa de la Expedición Botánica, estas ultimas tienen tres nervaduras bastante marcadas a lo largo de sus hojas mientras que Ocotea odorifera no las presenta.

Por otro lado, las canelas comúnmente comercializadas son la canela de Ceylan (Cinnamomum zeylanicum) sinónimo de Cinnamomum verum J. S. Presl, la cual es considerada como la canela autentica y la canela china Cinnamomum cassia o canela de Indonesia Cinnamomum burmannii Blume. A estas ultimas generalmente se le llama "Cassia" sin importar de cual de estas dos especies provenga.

A continuación, se observan hojas de canela y de cassia:

Hojas del Cinnamomum Burmanii - Canela de Indonesia

Hojas del Cinnamomum Verum - Canela de Ceilán

Al parecer, la canela encontrada en Mariquita pertenecen a la conocida como Canela china o cassia (Cinnamomum burmannii Blume), me atrevo a sugerir esta especie dada la comparación realizada.

Actualmente se argumenta que la canela autentica tiene mejores beneficios para la salud que la cassia, esto se debe principalmente al contenido de cumarina, un compuesto natural que puede convertirse en un anticoagulante y que ha causado hepatoxicidad en ratones, por lo cual se considera que una alta ingesta puede ser toxica para el ser humano.

También cabe mencionar a Hernando Ávila, un guardabosques autodidacta que vive en Mariquita, apasionado por la historia y la botánica, menciona sobre los canelos de Mutis que durante la Guerra de los Mil Días, se mandó a fusilar los canelos. Menciona también al señor Moisés Pacheco, quien plantó canelos y tampoco tuvieron buena suerte, siendo destruidos en 1936 por decisión de un alcalde, termina mencionando a Ricardo Galvis, quien recogió semillas de canelo y el padre de Hernando tuvo la fortuna de sembrar en su casa, al parecer, el legado de Mutis continua, habrá que verlas para reconocer que especie de canela son y salir de la duda que me planteé en 2010.

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