CASA HABITACIÓN DE JOSÉ CELESTINO MUTIS O CASA DE LOS PINTORES
Ubicación: Barrio Central
La Casa de los Pintores fue construida en 1700 por orden del arzobispo y virrey Don Antonio Caballero y Góngora. Está construida con paredes gruesas de piedra de calicanto, encaladas y pegadas con amalgama: piedra, barro, estiércol de ganado o caballaje, grama, cal y sangre de animal. Sus puertas de madera y ventanas guardan aún el corte andaluz español.
Su papel en la historia se inició en julio de 1783 con la llegada a San Sebastián de Mariquita de José Celestino Mutis, a quien el mismo Virrey le otorgó esta casa como lugar de vivienda y taller oficial de los pintores de la Expedición.
Las más de 3000 láminas dibujadas por los pintores de la Expedición bajo las órdenes expresas de Mutis salieron de esta casa, convirtiéndose así en la primera Escuela de dibujo del país, llegó a contar con 18 pintores (17 de ellos americanos) dedicados de tiempo completo al arte, allí realizaron sus trabajos célebres pintores como Francisco Javier Matiz y Salvador Rizo. Fue también en esta casa donde Mutis formó su biblioteca y organizó sus herbarios.
La Casa de los Pintores fue pues testigo de la primera Escuela de Arte en la nueva Granada, una verdadera academia que trabajó acuarela, pintura al temple, dibujo a tinta y miniaturas con detalles de la flora. La técnica de las láminas iluminadas era laboriosa: primero el delineado a lápiz; se cubrían luego las hojas con una pintura verde- azulosa; para concluir con el modelo de los órganos y la coloración que retratara fielmente la planta original.
La escuela de pintores de Mutis en el amplio sentido de la palabra, fue un taller experimental en la utilización de productos locales para crear pigmentos y en la combinación de diferentes técnicas. Los colores se obtenían de diversas especies vegetales como las siguientes: los amarillos del achiote, los tunos y las dalias; los verdes de la chilca; los naranjas del azafrán; los rojos del Palo Brasil, del palo mora y de la guaba, todos obtenidos en Mariquita y sus alrededores.
Fue así, como Mutis y sus pintores, lograron magníficos tintes de tal firmeza que, tras siglo y medio de existencia, la mayoría de las láminas parecen estar recién pintadas que hoy día reposan en el Jardín Botánico de Madrid (España).