SAN SEBASTIAN DE MARIQUITA
Biografía

FRANCISCO NUÑEZ PEDROSO

FUNDADOR DE MARIQUITA

Francisco Núñez Pedroso fue un capitán en la tropa de Gonzalo Jiménez de Quesada y fue el fundador de la Villa de San Bartolomé en 1539 (Hoy Honda), San Sebastián en 1551 (hoy San Sebastián de Mariquita) y el descubridor del valle de Corpus Christi (Hoy San Carlos de Priego).

Cuando los españoles, liderados por la tropa de Gonzalo Jiménez de Quesada, vieron imposible seguir su rumbo en el Rio Grande (Rio Magdalena) debido a los saltos fluviales de la zona, desembarcan en junio de 1539 y en Agosto de 1539 Francisco Núñez Pedroso funda la Villa de San Bartolomé y se dedican a estudiarla, descubriendo las riquezas minerales que tenía estas tierras, pero estaban ocupadas por tribus guerreras que constantemente hacían frente a las tropas españolas.

Tales descubrimientos son informadas a la corona, que posteriormente en el año 1549, la Real Audiencia de Santa Fe, le encomiendan la pacificación y conquista de las tierras del Rio Gualí ocupada por los Indios Panches, una tribu guerrera que impidió en un primer intento los españoles puedan establecerse en la zona.

Con el tiempo, los españoles van conociendo las habilidades y estrategias de ataque de los indigenas y poco a poco van avanzando la conquista de los Panches, exterminándolos y fundando pequeñas poblaciones a los que llamó Los Marquetones; y es cuando el capitán Francisco Núñez Pedroso al ver el avance solicita a la corona la fundación de una aldea española en la zona.

El capitán Francisco Núñez Pedroso organizó una expedición con varias compañías de soldados españoles, que tenían como finalidad llegar a las tierras del valle de Manchita, para no ser emboscados llegarían al sitio por diferentes partes y de ésta forma dividirían las huestes indígenas con el fin de debilitar su poderío, llegando los españoles al valle se atrincheraron y organizaron su campamento para el ataque, Pedroso envió un mensajero desarmado con el fin de hacer amistad, pero éste fue atravesado por veinte flechas, allí lo cogieron y amarraron a su caballo y devolvieron a los españoles. Al llegar al campamento, Hernán Vanegas lo recibió y exclamó: ¡Oh, llegó San Sebastián!.

Ante la respuesta de los indígenas con su emisario, Núñez Pedroso se enfureció y ordenó a sus hombres inmediatamente organizar el ataque, cada jefe militar español entraría por diferentes partes del río Grande; a Hernán Vanegas se le encomendó entrar por Guaconá, donde se encontraba al jefe guerrero Ondama, que a pesar de oponer dura resistencia tuvo que huir al monte con sus guerreros, en tanto los soldados se dedicaron a saquear los bohíos de una forma tan desordenada, que entre ellos mismos riñeron por el botín, no teniendo ningún respeto por el caudillo que dirigía la expedición que según la disciplina de Indias debía ser respetado y acatado; después del saqueo, Hernán Vanegas se dirigió con sus soldados hacia el Valle de Malchita, allí se encontró con el jefe Pantágora y sus guerreros quienes pretendían defender con obstinación su territorio, pero la sorpresa del ataque no les permitió responder como debían siendo vilmente exterminados los indígenas del lugar.

Por último, el Capitán Núñez Pedroso empaló en el propio lugar algunos indios y a otros les cortó las manos y atándolas y colgándoselas al pescuezo, los liberaba.

Núñez Pedroso, siguiendo sus hazañas de exterminio llegó al sitio de Palenque; debido a que los nativos vivían en empalizadas fortificadas, nunca los soldados pudieron señorearse ni apoderarse de ningún bohío; algunos soldados, por orden de Pedroso, prendieron fuego a los bohíos y casas de los indios sin importar que dentro hubiese mujeres y niños, quienes no solo no quisieron rendirse a voluntad de los españoles, sino que prefirieron consumirse en las llamas del fuego, y otros por no esperar esta muerte, que parece más cruel que otra ninguna, se ahorcaron en las cumbreras y varas de los bohíos. Se veían arder en el fuego no solo a los guerreros o indios mayores y mancebos y muchachos y mujeres con sus criaturas niños y niñas a los pechos. Pasaron los que aquí perecieron de número de cuatrocientos. Y de esta manera, Pedroso, sintiéndose dueño del valle, construyó un fuerte donde fundó la Villa de San Sebastián de Malchita, que estaba ubicado en el territorio de los Gualíes en las estribaciones de la cordillera, hasta llegar a una explanada que formaba parte de los dominios Palenques.

El 8 de agosto del año 1551, el capitán Francisco Núñez Pedroso recibe la orden para fundar la aldea a manos de los mismos oidores Góngora y Galarza. Y, es cuando comienza la organización de una de las primeras Aldeas españolas, estableciéndose en la zona denominada "La Parroquia". Una gran cantidad de indígenas fueron sometidos y obligados a trabajar en las minas, sin embargo varios reductos de guerreros Panches se escondieron en la serranía de Lumbí.

Venía de Tocaima una expedición de soldados acompañados por frailes Dominicos y Franciscanos, quienes venían a oficiar el acto religioso, y para ello Núñez Pedroso improvisó un pequeño altar; allí se celebró su pomposa ceremonia donde se nombraron dos alcaldes y cuatro corregidores, se les pidió a los españoles no maltratar a los naturales, se ordenó que se hiciese un censo de caciques e indios para ver cómo podían tributar a su majestad los que tenían oro o preseas se inventariaran, contar los valles para saber qué ganado se podía traer, no abusar de las indias y enseñar la fe cristiana con un cura y un sacristán pagado por su majestad. Y, es así como se funda la Aldea Española de San Sebastián el 28 de agosto de 1551 por el capitán Francisco Núñez Pedroso.

Luego de fundada la Villa de San Sebastián los ataques de los indígenas continuaban llegando a incendiar la nueva villa española, obligando a los españoles a salir hacia el Rio Gualí. Francisco Núñez Pedroso, junto con el señor Pedro Saucedo, Alcalde, el señor Francisco Pérez de Esquibel, corregidor, el señor Miguel Jiménez, corregidor, maestre Juan, corregidor, Pedroso manda y mandó que dicho pueblo se mudase al Valle de Malchita porque se encontraba estratégicamente mejor ubicado y para que los vecinos se establecieren allí y no se fueran, procedieron a construir las iglesias y los conventos la plaza mayor con la medida de las principales de España, se le asignó su escudo de armas, se trazaron las calles y solares, los pocos indios que habían podido ser dominados se repartieron a los españoles; esto ocurrió el 8 de enero de 1553.

Los enfrentamientos entre los Indios Panches y los Españoles continuaba, resistiendo a un ataque indígena que se convirtió en un mar de sangre y en donde la Princesa Luchima hiere de muerte al capitán Francisco Núñez Pedroso con una lanza envenenada que se encrusta en su brazo, para luego ella ser atrapada y obligada a curarlo salvándole la vida al capitán y quitarse ella la vida colgándose, luego de provocar un incendio en un descuido de los españoles que la capturaron.

Pese a perder a sus líderes las hostilidades de los indígenas continuaron hacia el pueblo español y es cuando el capitán Francisco Núñez Pedroso pide apoyo al Mariscal Gonzalo Jiménez de Quesada quien lo asiste y comienza la emancipación de los aborígenes hasta los primeros años del siglo XVII.

Muy poco se sabe del capitán Francisco Núñez Pedroso y es lastimoso que no se le haya podido erigir una estatua o busto o por lo menos tener su semblanza en un retrato, diligencia que no se ha podido realizar, ni aquí en el país, ni en la misma madre España, ingredientes pocos, que nos da una pobre biografía de su persona, el cual nos diera la felicidad de nacer para la gloria como ejemplo sagrado para la Paz y la Libertad. Dios quiera que los investigadores de la Historia nos traigan a través de los años... datos y documentos básicos que nos clarifiquen mejor la biografía de este gran hombre.

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2023-04-07 21:14:14
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